Con su insigne entrada al ring que consta de un sexy Split, Melinda inició su carrera como modelo de modas.
Pero el bicho de la lucha mordió a la nativa de Los Ángeles en el 2000, cuando inició a entrenarse en la escuela de Hard Knocks en San Bernardino, California. Continuó trabajando en varios shows de luchas, mostrando sus habilidades dentro del ring. En enero de 2002, Tom Pritchard se interesó en Melinda, donde se entrenaba con WWE mientras que estaban en la costa este, a veces manejando 14 horas.
Su sueño finalmente se realizó en 2003, cuando el WWE la contrató en San Diego. Dos reinados de Campeonato Femenil después, Melinda es aún una fuerza a ser vencida en la división de mujeres. Ella acredita el hecho de entrenar duro con hombres y mujeres por haberla hecho más fuerte y ruda. Simplemente hay que asimilar los golpes y seguir adelante.
Melinda escribió en su blog exclusivo de la WWE.com, “Siempre se me dijo que era demasiado corta de estatura, muy gorda, muy pequeña, muy fea o no lo suficientemente buena. La gente me haría todo comentario negativo posible y que nunca lo lograría. Yo seguí adelante. Sabía, en mi corazón, que podía lograrlo, y que yo estaba destinada para esto. Mi amor por la lucha y mi determinación me ayudaron a atravesar por toda la porquería que tuve que soportar”.
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